EL RETORNO DE CHRIS NAMUS SERA EN LIVRAMENTO



El 17/5/2007 debutó ante la argentina María Eugenia López, que también debutaba como profesional ese día, pero era integrante de la selección argentina de boxeo. La velada se realizó en el Palacio Peñarol. Allí y en el Hotel Conrad de Punta del Este se llevaron a cabo sus 10 combates.

       En la sexta pelea, cuando llevaba un año y poco como profesional y contaba con apenas 20 años, se dio su mayor éxito, cuando el 19/7/2008 superó a “La Potranquita” Hernández y ganó el título Mundial Juvenil de la categoría de los superligeros de la WIBA. Fue un hecho histórico, en el Palacio Peñarol se vivió una noche de gran euforia. El cinturón se lo entregó nada menos que el Presidente de la República Dr. Tabaré Vázquez.




        Luego siguieron los triunfos, su popularidad continuó en aumento, se ganó el apodo de “Bombón Asesino” y tras 9 victorias consecutivas (2 por KO), llegó su única derrota hasta el momento, el pasado agosto, frente a la colombiana Lely Luz Florez, frente a la cual estuvo en juego el título mundial superligero del Consejo Mundial de Boxeo (WBC). Sobre este revés reflexionó que “ya me levanté, como tantas veces, y si Dios quiere voy a volver a pelear y a brindarle triunfos y otro cinturón a mi familia y a todo el Pueblo Uruguayo, que siempre estuvo conmigo”.



Chris quedó 3ª. entre las 54 boxeadoras que incluye el Ranking Mundial de la WBA de su categoría y las 2 que la anteceden (la francesa Mathís, la colombiana Florez) debutaron antes que ella, tienen más peleas disputadas y son mayores, con 32, y 33 años,  respectivamente. Tras su primera derrota profesional Chris aprendió muchas cosas, se replanteó otras y comenzó una nueva etapa en su carrera. Hubo un antes y un después de esa mala experiencia, que la marcó y gracias a su personalidad, le permitió volver con más fuerza. Primero enfrentó y venció con claridad a la argentina María Eugenia Quiroga y a la brasileña Juliana De Aguiar, hasta que se encontró preparada física, técnica y mentalmente para enfrentar un nuevo desafío mayor, el combate por el título del peso superligero de la Federación Mundial de Boxeo Profesional, ante la experiente brasileña Adriana Salles.


     En el Conrad Punta del Este Resort & Casino se vivió una de las mayores veladas de la historia del boxeo uruguayo, por el entorno, el espectáculo montado por Revetria Promotions, la calidad de los combates previos (que incluyeron a campeones del mundo) y la transmisión en directo de esta fiesta del deporte a través de Canal 4, que tuvo una audiencia pocas veces alcanzada y que llevó a la mayoría de los hogares uruguayos una gran alegría, ya que Chris logró noquear a Salles en el séptimo asalto y consiguió el primer título mundial de mayores para el boxeo uruguayo, ya sea a nivel femenino como masculino.


 Uno de los momentos de mayor emoción fue cuando, en pleno festejo, le alcanzaron una foto en la que estaba junto a su abuela, que había fallecido en los últimos días de 2009. El destino le dio dos grandes alegrías en momentos de mucha tristeza. Poco después del fallecimiento de su abuelo consiguió el título Mundial Juvenil de la categoría superligero de la Asociación Internacional de Boxeo de Mujeres (WIBA) y en el primer combate tras el deceso de la querida abuela que la crió, se transformó en la campeona del peso superligero de la Federación Mundial de Boxeo Profesional, con su ayuda, ya que ella siente que la sigue acompañando.






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    Luchar con los puños como competición y espectáculo es tan antiguo como el mismo deporte. Los concursos de boxeo se han practicado desde la antigüedad. Los púgiles griegos llevaban guantes (no acolchados) y protecciones bajo los codos como único atuendo, ya que competían desnudos.

    La palabra “boxeo” comenzó a usarse en la Inglaterra del siglo XVIII para distinguir entre la lucha para resolver disputas y la lucha bajo reglas establecidas como deporte.

    La primera codificación de las normas que regulan los encuentros de boxeo se remonta a 1743, mientras que las reglas todavía vigentes fueron establecidas en 1889 por el marqués de Queensberry, quien entre otras cosas introdujo el uso de los guantes.

    El Boxeo es considerado un deporte en el que dos luchadores se enfrentan golpeándose, de acuerdo a un preciso reglamento, con los puños recubiertos por unos guantes especiales y torso desnudo por los profesionales.

    Durante el siglo XVIII y principios del XIX, el pugilismo sin guantes fue un precursor importante del boxeo en Gran Bretaña. Sin embargo, con toda seguridad se extendió más allá de los espectáculos celebrados en campos de frontón y canchas de tenis en el Londres de principios del siglo XIX. Estos preliminares tuvieron varias características que anticiparon el futuro deporte del boxeo.


    Los encuentros de boxeo comenzaron realizándose sin limitación de asaltos, a continuación a 20 asaltos y luego a 15, actualmente los campeonatos del mundo y continentales se realizan a 12 asaltos, los campeonatos con título nacional en juego a 10 asaltos y los combates sin título en juego o con algún título de menor importancia se realizan a 4,6,8 o 10 asaltos según se pacte, los combates en el campo amateur se realizan a 4 asaltos de 2 minutos (los asaltos en combates profesionales son a 3 minutos).



    Los púgiles llevaron los “amortiguadores” (guantes acolchados), se predeterminó la duración de la lucha y se llamó “tiempo” a un período establecido. Se prohibió la lucha cuerpo a cuerpo y el golpear a un contrincante en el suelo. Ninguna de estas características estaba presente en el pugilismo a puño descubierto. La primera persona en codificar tales reglas fue Jack Broughton, un destacado pugilista de la década de 1730, que abrió su propio estadio en 1743. Ideó las reglas para dar a sus luchadores cierta protección (él mismo había matado a un adversario dos años antes).

    Existe la evidencia de que el boxeo predominaba en África del norte durante hacia 4.000 aC. Hacia el 688 aC fue aceptado como deporte Olímpico (los griegos antiguos le llamaron Pygmachia), los participantes en estos juegos eran entrenados con sacos de arena (llamados korykos), los púgiles mantenían los dedos libres, llevando correas de cuero (llamadas himantes) en las manos, muñecas y, a veces en los antebrazos, para protegerlos de lesiones.

    Ahora se utiliza para describir un deporte en el que dos contrincantes (púgiles) llevan guantes acolchados, se enfrentan en un cuadrilátero y pelean un número acordado de asaltos siguiendo unas reglas. Aunque los hombres siempre hayan sido los participantes más numerosos, existen referencias a peleas entre mujeres durante el siglo XVIII, y a finales del siglo XX se organizaron de nuevo luchas femeninas.



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